Principalmente, esta perspectiva tiene dos propósitos, uno relacionado con la mirada particular sobre el comportamiento humano que reconoce diferentes contextos que lo afectan. Y el otro, relacionado con el desarrollo de estrategias y herramientas para la intervención.
Para Bronfenbrenner lo
importante y fundamental es que la psicología se oriente al contenido, es decir
lo que se percibe, se desea, se teme, se piensa, o se adquiere como
conocimiento y el modo en que la naturaleza del material psicológico cambia según
la exposición de la persona al ambiente y su interacción con este. Es decir,
que el desarrollo es concebido como en constante transformación en un ambiente ecológico.
En esta perspectiva y su forma
de concebir el desarrollo, se tienen en cuenta las influencias normativas y las
no normativas. Las primeras siendo aspectos como la edad, los acontecimientos históricos
y culturales, influencia tecnológica y biográfica. Mientras que las no
normativas se refieren a situaciones del azar, aleatorios y de incertidumbre, como,
por ejemplo, el fallecimiento del padre o la madre.
Siguiendo con el tema y ya
para finalizar, el ambiente ecológico esta formado por diferentes estructuras:
- Microsistema: relaciones
en el entorno inmediato de las personas donde participan activamente, hay roles
y relaciones cara a cara (familia, amigos y escuela).
- Mesosistema:
microsistemas donde las personas participan, relaciones bidireccionales
(trabajo, vida social, etc.).
- Exosistema:
situaciones que afectan de manera indirecta a las personas, pero con las cuales
ellas no tienen relación directa (servicios de salud, etc.).
- Macrosistema: patrones
generalizados que organizan y regulan la vida social y los entornos (ideología,
sistema educativo, cultura, creencias, instituciones públicas, etc.).
- Cronosistema:
temporalidad de organización de las diferentes actividades en cada uno de los
sistemas (ciclo vital y envejecimiento).
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